Jerónimo Meseguer nació en Almansa (Albacete) el 12 de septiembre de 1.908. Dueño de una voz magnífica tomó la decisión de trasladarse a Madrid para estudiar canto. Tuvo como maestro a Ignacio Tabuyo, último poseedor de la escuela española del bel canto, a cuyas enseñanzas debieron su fama un número importante de figuras eminentes de la lírica nacional.
Hizo su debut en septiembre de 1.933, en el Teatro Fuencarral de Madrid, con la Compañía del notable barítono cubano Eduardo Brito. La obra que Meseguer cantó por vez primera se titulaba «La Virgen Morena» de Ernesto Lecuona. Alcanzó un sonado éxito y este le valió para pasar al Teatro de la Zarzuela y estrenar la ópera «Utreva».
Más tarde se incorporó a la Compañía de Moreno Torroba y en ella cantó muchas obras de repertorio, distinguiéndose siempre por su buen hacer. Tenía una voz de gran belleza, timbre atrayente, escuela de canto purísima por venir de quien venía, completa igualdad en todos los registros y emisión fácil. Además sabía estar en escena de manera natural, sin afectación, lo que le valía para llegar con facilidad al público. Fue posiblemente uno de los tenores más completos de la década de los años 30.
Realizó numerosas giras por los mejores Teatros de España con obras de Francisco Alonso, Federico Moreno Torroba, Jacinto Guerrero, Pablo Luna, Reveriano Soutullo y Juan Vert, Amadeo Vives, etc.
Nunca sintió el anhelo de ser figura de la ópera. Como el gran Emilio Vendrell, solo quiso serlo de la zarzuela y lo consiguió por méritos propios, dedicándole el mayor entusiasmo.
A varios cantantes de ópera y zarzuela que acapararon los carteles y los escenarios de la década de los años 30, les arrastró el dramático torbellino de la Guerra Civil. Fue aquel, por desgracia, un momento en el que se aventaron famas y se deshicieron prestigios que parecían sólidos. Otros, al calor favorable de las circunstancias, ocuparon los puestos que aquellos dejaron, y en esta obligada renovación, el nombre de Jerónimo Meseguer se perdió. Nada se volvió a saber de Meseguer ni de otros cantantes de su momento.
Jerónimo Meseguer falleció en Madrid, totalmente olvidado, el 24 de septiembre de 1.990. Tenía 82 años. La prensa no le dedicó ni una sola línea. Sus restos fueron trasladados a Almansa.